Hay enfermedades que no queremos conocer, según los científicos

La frase de la “feliz ignorancia” parece encajar perfectamente en el campo de la salud. De hecho, un nuevo trabajo de investigación revela que una de cada tres personas evita – o tiene probabilidades de evitar – la información médica.

Este mes, un trabajo publicado en Annals of Behavioral Medicine investigó los datos de 92 estudios que incluyeron a 564.497 participantes de 25 países. A pesar del hecho de que el éxito del tratamiento muchas veces depende de la detección temprana, los resultados indican que muchas personas son reticentes a los chequeos o tratamientos preventivos. Estos cálculos globales, los primeros de su tipo, tienen implicancias significativas en las políticas de la salud.

La información que más se evita: Alzheimer y Huntington

“Hoy la información médica está más disponible y accesible que nunca, pero muchas personas prefieren evitarla”, escribieron los investigadores en el trabajo. “Hallamos que casi una de cada tres personas evita, o buscaría evitar, la información médica”.

Lo que más evitan es información sobre enfermedades neurodegenerativas incurables: 41% en el caso del mal de Alzheimer, y 40% para el mal de Huntington. Hay menos probabilidades de que la gente evite saber sobre enfermedades graves pero tratables, como el VIH(32%) , el cáncer )29%) o enfermedades crónicas y controlables como la diabetes (24%).

Los investigadores describieron la conducta de evitación como “lo que impide o demora el conocimiento disponible pero potencialmente indeseado” como demorar las citas con el doctor, o no asistir, o negarse a hacer los estudios médicos indicados.

Aunque uno podría sugerir que la culpa la tiene la falta de información o el alto costo económico, el trabajo incluye datos sobre Alemania donde las compañías de seguros de salud comunican a sus socios cuáles son los servicios y suelen cubrir los gastos. Lamentablemente el estudio no consideró la comparación de evitación entre países.

“Una de las posibilidades es que no decidan deliberadamente evitar la información”, declaró Ralph Herwig, coautor del trabajo y director del Centro de Racionalidad Adaptativa del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín. “Hemos investigado este fenómeno, que llamamos ignorancia deliberada, en otras áreas de la vida. Y encontramos que las razones son variadas”.

¿Por qué evitan las personas saber sobre su salud?

El equipo identificó 16 predictores para esta conducta. Lo interesante es que no incluían el género, la raza o la etnia. Los predictores más importantes eran: sentirse abrumado, inseguridad para controlar la salud propia, temor a que los juzguen, falta de confianza en el sistema médico.

“Los patrones de evitación variaban según las regiones del mundo, lo que sugiere que las diferencias en los sistemas de atención de la salud podrían influir en la conducta”, explicaron los investigadores en su trabajo, y añadieron que no investigaron de qué manera influye la evitación sobre la salud de los pacientes. “Hay que seguir investigando para entender las consecuencias psicológicas y médicas de evitar la información médica”.

De hecho, el equipo destaca que su trabajo no juzga si la evitación de la información médica es algo positivo o negativo. Revela que es una conducta común, y no siempre es irracional. Además, los predictores de esta evitación apuntan a áreas potenciales para la intervención por parte de las políticas.

Por ejemplo: “Nuestros hallazgos sugieren que el bajo nivel de confianza tiene relación con el mayor nivel de evitación de la información”, dijo el autor Konstantin Offer, del pre-doctorado del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano. “Restaurar la confianza en el sistema médico podría entonces llevar a que se comprometieran más con la información médica”.

En otras palabras, si temes hacerte chequeos o saber los resultados de sus análisis y exámenes, no eres el único porque hay mucha gente que lo hace. Pero todavía no se sabe si esta evitación tiene impacto en la salud de las personas.

Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.

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