La Tierra parece inmutable a escala humana, pero en su interior se escriben historias de una lentitud implacable. África es hoy el escenario de una transformación colosal: un continente partiéndose, grieta a grieta, hasta dar origen a un nuevo océano. Y lo más sorprendente es que ya podemos verlo suceder.
Un continente que se desgarra

El Rift de África Oriental recorre más de 6.000 kilómetros, desde Mozambique hasta el Mar Rojo. Allí interactúan tres placas tectónicas: la somalí, la africana y la árabe. Su separación comenzó hace más de 25 millones de años, pero estudios recientes muestran que el desplazamiento se ha acelerado a casi un centímetro anual.
Este movimiento, imperceptible día a día, se traduce en fallas visibles que transforman el paisaje. En 2005, Etiopía presenció cómo se abría una grieta de 60 kilómetros en cuestión de minutos. Trece años después, Kenia se convirtió en escenario de fisuras de hasta 19 metros de ancho, una muestra de la magnitud de un proceso que no se detendrá.
Los efectos que ya se sienten

Aunque la formación del nuevo océano africano demorará al menos 50 millones de años, las consecuencias actuales empiezan a redefinir la geografía. Países que hoy son interiores, como Zambia o Uganda, podrían tener en el futuro acceso directo al mar, con todo lo que eso implica en comercio, rutas y turismo.
Sin embargo, no todo es oportunidad. La fractura traerá riesgos para ecosistemas enteros y obligará a comunidades humanas a adaptarse a nuevas condiciones. La biodiversidad se enfrentará a un entorno distinto, y la infraestructura —carreteras, viviendas, ciudades— deberá convivir con un suelo que cambia bajo sus cimientos.
Geología en tiempo real
Lo fascinante es que, por primera vez, la humanidad puede observar en directo cómo nace un océano. Lo que antes solo aparecía en los libros como un relato geológico de eras pasadas se convierte ahora en una historia que avanza ante nuestros ojos. África, lentamente, se parte en dos, recordándonos que la Tierra nunca está quieta: es un planeta en movimiento constante.