¿Para qué separar los plásticos, si puedes descomponerlos en menos de un segundo? Suena a algo extremo, pero es la idea de una nueva tecnología que podría concretar la “era sin separación de plásticos”, y que minimiza la emisión de carbono.
En un comunicado de prensa el Instituto Coreano de Maquinaria y Materiales (KIMMS, en inglés) anunció el desarrollo de un soplete de plasma que aniquila el residuo plástico en menos de 0,01 segundos, menos de lo que tardas en parpadear. Es una antorcha o un soplete alimentado con hidrógeno, que convierte el plástico mixto en etileno y benceno, dos ingredientes químicos primarios del plástico. El proceso es relativamente bajo en costos y virtualmente libre de carbono. Si se implementa podría revolucionar el reciclado de los plásticos, según indican los investigadores.
“Es la primera vez que se concibe un proceso que logra convertir los residuos plásticos mixtos en materia prima”, dijo en el comunicado el director del programa Young-Hoon Song. “Buscamos resolver los problemas de los residuos y las emisiones a través de las demostraciones y la comercialización de este gran avance”.
Demasiado caliente
El soplete aprovecha la cinética veloz y la eficiencia de transferencia de energía del plasma – gas caliente ionizado – para descomponer al instante el plástico en compuestos más simples. El plasma que usa el soplete tiene una temperatura extrema de entre 1.000 y 2.000 °C.
Con los ajustes a la reacción ante la temperatura y el tiempo, los investigadores lograron que el residuo plástico responda ante el soplete como ellos querían: transformarlo en materia prima sin que explotara el plástico.
Así, recuperaron entre el 70 y el 90% de los compuestos químicos que esperaban extraer de los residuos plásticos mixtos, con un rendimiento de etileno del 90%. Tras refinarlo encontraron que más del 99% de lo obtenido estaba en estado puro como para reciclarlo como materia prima para la fabricación de plástico.
El reciclado del plástico hoy
La nueva tecnología se aparta del método convencional conocido como pirólisis. Se trata de un proceso que calienta los residuos plásticos hasta llegar a los 600°C, y que deja más de cien subproductos con limitado uso práctico. Es una forma popular de tratar los residuos plásticos y hay petroleras que afirman que algunos de sus subproductos podrían reciclarse como combustible. Corea del sur, “una de las mejores economías del reciclado” depende mayormente de la pirólisis.
Pero el impacto ambiental de la pirólisis no es ideal, y hay activistas que dicen que sus supuestas ventajas son “un cuento de hadas”. Esa preocupación hizo que los investigadores esperen que su soplete lleve a Corea a transicionar hacia el reciclado químico, que constituye menos del 1% de su actual programa de reciclado.
Además de crear subproductos útiles, el soplete se alimenta con hidrógeno, con “gran potencial de reducción del carbono”, explicaron los investigadores. Además, “las operaciones piloto ya demostraron la factibilidad económica”, dijeron los miembros del equipo que iniciará demostraciones oficiales, esperando comercializar el soplete en 2026.
La triste realidad es que solo se recicla una porción pequeña de los plásticos y si este soplete de plasma logra convertirse en el método de rigor, podría cambiar las reglas del juego en materia de reciclado, tanto en Corea como en otros países.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Romina Fabbretti. Aquí podrás encontrar la versión original.