Después de más de dos décadas liderando el mundo de los videojuegos, Call of Duty podría finalmente dar el salto a la gran pantalla. Según reporta Matt Belloni en Puck, Paramount Pictures está en negociaciones para adquirir los derechos cinematográficos de la saga, en lo que sería uno de los movimientos más ambiciosos de la nueva dirección del estudio bajo David Ellison.
Para Paramount, sumar Call of Duty sería estratégico: tras el éxito de Sonic the Hedgehog y la inminente expansión de su catálogo de adaptaciones de videojuegos, contar con la franquicia bélica más vendida del planeta supondría un refuerzo en su apuesta por blockbusters de alto impacto.
De intento fallido a nueva oportunidad
La idea de un universo cinematográfico de Call of Duty no es nueva. En 2015, Activision Blizzard incluso abrió un estudio propio con el objetivo de crear una saga de películas basadas en la franquicia. El plan incluía varias entregas conectadas, pero nunca llegó a materializarse.
La compañía decidió concentrarse en su negocio principal, con un flujo constante de lanzamientos anuales y expansiones multimillonarias como Warzone. Ahora, bajo el paraguas de Microsoft y Xbox, la situación es distinta: la estrategia de expandir sus IPs al cine y la televisión ya está en marcha. Ejemplos recientes incluyen la serie de Halo (ya concluida), la película en preparación de Gears of War y la adaptación televisiva de Grounded.
Con este contexto, el regreso de Call of Duty al radar de Hollywood no es casualidad: se trata de uno de los activos más valiosos del sector y de una marca reconocida en todo el mundo.
¿Qué historia puede contar una película de Call of Duty?
La gran incógnita es cómo adaptar una saga que, a lo largo de 21 años de historia, ha saltado entre múltiples escenarios y conflictos. Desde la Segunda Guerra Mundial, hasta operaciones modernas de fuerzas especiales, pasando por guerras futuristas e incluso combates en el espacio, Call of Duty no tiene una narrativa única, sino múltiples arcos independientes.
Esto abre dos caminos posibles:
- Una película inspirada en sus campañas históricas: como las de World at War o Modern Warfare, centradas en soldados y operaciones militares realistas.
- Una adaptación más arriesgada, basada en modos icónicos como Zombies o Warzone, que podrían atraer a un público más joven y aficionado a la acción fantástica.
Lo cierto es que Call of Duty tiene tanto material que el mayor desafío de Paramount será definir un tono y una línea narrativa clara. Apostar por una historia demasiado genérica podría diluir la fuerza de la marca, mientras que decantarse por algo más fiel a los videojuegos podría convertirse en un éxito entre los fans, pero con riesgos comerciales en taquilla.
La ola de adaptaciones de videojuegos
El interés por Call of Duty llega en un momento en que Hollywood parece decidido a apostar fuerte por los videojuegos como materia prima para nuevos éxitos de taquilla. En los últimos años, la industria ha visto cómo franquicias como The Last of Us, Arcane o Super Mario Bros. se han convertido en fenómenos globales, demostrando que la unión entre videojuegos y cine/televisión es mucho más rentable que en décadas pasadas.
En este panorama, Call of Duty podría convertirse en el equivalente bélico de lo que Super Mario ha sido para la animación o The Last of Us para el drama televisivo: un producto masivo, con reconocimiento mundial y un enorme ejército de fans dispuesto a llenar las salas de cine.
Eso sí, el listón está alto. La clave estará en si Paramount y Activision Blizzard logran encontrar el equilibrio entre espectáculo, fidelidad a la franquicia y un guion sólido que no repita los errores de adaptaciones fallidas del pasado.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Romina Fabbretti. Aquí podrás encontrar la versión original.