Si quedaba algo del espíritu original del Burning Man, Silicon Valley ya había dictado la sentencia de muerte. (Para quienes no saben lo que es Burning Man, se trata de un evento anual en la semana previa al primer lunes de septiembre, al que asisten miles de personas, en una ciudad inexistente en una región desértica, solo con el objeto de compartir determinados principios). La última puñalada al evento bohemio viene desde arriba, porque ahora Starlink, de Elong Musk, brinda conexión de internet a los que asisten, según el Wall Street Journal.
¿De qué se trata?
Kevin LeVeau es fotógrafo y participa del Burning Man desde hace años. Está a cargo de un campamento en la ciudad temporaria, llamado iForgot. Este año ofrece un servicio nuevo: WiFi. Con una terminal de Starlink, ofrece acceso a internet, pero los asistentes que quieran usarla red tienen que ofrecer un sacrificio. El WSJ comenta que en una ocasión los asistentes podrán elegir entre beber un trago de whisky o dejar que les pegaran en el trasero para poder usar Internet, por ejemplo.
La idea de desconectarse durante Burning Man ha caído en desuso desde mucho antes, cuando los servicios de telefonía celular llegaron a las partes más remotas del desierto de Nevada. En 2018 el SFGate publicó un artículo sobre los asistentes que se lamentaban porque la señal de telefonía celular era tan buena que la gente se conectaba durante la ceremonia final o jugaba a Pokemon Go durante el día. Incluso ya había compañías que ofrecían nodos de internet 4G LTE a los asistentes para que pudieran permanecer conectados.
Ahora los satélites de Starlink realmente ponen el último clavo en el ataúd de la idea de desconectarse, porque la gente se reúne en el desierto no para estar juntos sino para mirar las pantallas de sus teléfonos. LeVezu le dijo al Journal que había una persona que pasaba cinco horas al día administrando su negocio de manera remota con Starlink mientras estaba en el campamento.
La realidada es que la conexión que tenía el evento Burning Man con los principios de la inclusión, la autodependencia y la autoexpresión, ya empezó a decaer con el surgimiento de Silicon Valley, que convirtió al evento en una reunión de lujo con boletos muy caros para quienes quisieran participar. Se creó una microeconomía en torno a Burning Man.
Musk dijo en una ocasión que Burning Man es Silicon Valley. Tyler Windlevoss dijo que el tiempo que pasó en el evento fue “una experiencia espiritual”. Mark Zuckerberg asistió llegando en su helicóptero – lo que te muestra cuánto entendía sobre el concepto. Todos ellos dejaron el evento fundado en la idea de alejarse del consumo, para administrar operaciones multimillonarias que han echado a residentes históricos de sus lugares originales, que dependen de prácticas laborales mal pagas, y que destruyen el medio ambiente en nombre del progreso.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.